Cómo posamos ante la cámara antes y después de unas copas de vino

Hoy nos hemos encontrado este curioso post en Verne | El país con imágenes del fotógrafo brasileño Marcos Alberti quien ha experimentado en la serie ‘Wine Proyect’, fotografiando a diferentes personas antes y después de tomar unas copas de vino. Como podéis ver, con tres copitas la expresión es algo más risueña. Os dejamos con las declaraciones del fotógrafo a Verne en las que explica el lado positivo de consumir vino, siempre de forma moderada y dentro de un buen ambiente.

Una de las chicas protagonistas del proyecto. Foto cortesía Marcos Alberti

Una de las chicas protagonistas del proyecto. Fotos cortesía Marcos Alberti.

«Mi intención era mostrar el lado positivo que puede tener beber», explica a Verne desde Brasil el autor de estas fotografías que han llamado la atención de miles de personas en las redes sociales. «Siempre veo en Internet cosas malas sobre el alcohol, pero creo que todas las historias tienen dos puntos de vista. Estando con amigos, en un ambiente sano y feliz, consumiéndolo con moderación, el vino puede aportar cosas buenas».

Así fue como Marcos Alberti se embarcó en Wine Project, una serie de fotografías que pretenden mostrar cómo unas pequeñas dosis de buen vino cambian la actitud con la que posamos ante un objetivo: «El vino puede liberar tu espíritu», explica Alberti, que tomó como sujeto de pruebas a sus propios amigos: » Djs, maestros, arquitectos, estilistas, maquilladores y sí, también algún modelo».

experimento wine

Alberti reconocé que invitó a sus amigos al estudio con esta idea en mente, pero no a todos les explicó lo que pasaría después. «En cuanto llegaban tomaba la primera foto sin darles tiempo a interactuar con los otros invitados o relajarse», recuerda, «y después les ofrecía la primera copa de vino».

La serie completa le llevó seis noches de trabajo en las que reunió a amigos de distintos ámbitos. «Tras cada nuevo retrato les ofrecía una nueva copa de vino y así sucesivamente», detalla, hasta que obtuvo la secuencia completa: una tira doble con cuatro imágenes – similar a la de los fotomatones –  que permite apreciar los cambios en las poses.

Todo ha sido tan rápido que ni siquiera los protagonistas han tenido tiempo de trasladarle sus impresiones. «Quería reunir a mis amigos, divertirnos y pasar un rato memorable», recuerda Alberti, «y en pocas horas mis fotos se han compartido más de 20.000 veces. Gente de todo el mundo tiene acceso a ellas ¡Es increíble!»

Fotos cortesía Marcos Alberti

Vía Verne | El país

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